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Domingo Faustino Sarmiento

(San Juan, Argentina, 1811- Asunción, Paraguay,1888)

Mesiánico, extravagante y genial, amado y odiado con vehemencia, Sarmiento fue el gestor fundamental de la educación pública argentina. Pese a lanzar diatribas sobre las masas gauchas e indígenas, a las que llamaba la barbarie, luchó con fervor por llevar la modernidad educativa hasta la selva misionera, la cordillera de los Andes y los esteros del Litoral

Como presidente de la Argentina fue un innovador en todos los órdenes. Apenas conoció los escritos de Horace Mann en Londres, en 1845, sin recursos, contando las monedas se embarcó rumbo a Nueva Inglaterra, a la que llamaba su “patria de pensamiento”. Durante este viaje iniciático por Estados Unidos se convirtió en un caluroso admirador de la joven nación. “Veinte millones de habitantes, todos educados, leyendo, escribiendo y gozando de derechos políticos” escribió en una bitácora de viaje alucinada.

Horace Mann recibió al argentino en su casa de Boston, donde transcurrieron dos días de conversaciones vibrantes que terminaron con una visita a la escuela normal de Lexington. Ese establecimiento fundado por Mann fue el modelo que inspiró a Sarmiento en toda su labor pedagógica posterior. Mann murió en 1859 y Sarmiento ya no volvió a verlo. Cuando regresó a Estados Unidos en mayo de 1865 retomó el contacto con su viuda. La señora Mann fue la más entusiasta y eficaz agente del proyecto sarmientino: enviar dos mil maestras estadounidenses a la Argentina para que fundaran escuelas normales. Finalmente viajaron sesenta y una maestras y cuatro maestros.

Cuando fue presidente, Sarmiento recibió a los docentes en el puerto de Buenos Aires, los mandó a Paraná a estudiar español y les construyó escuelas con todos los recursos de que disponía y con los que no disponía. Pero también les dio pelea cuando se negaron a sumergirse en las provincias levantadas en armas, en el Interior peligroso y profundo. Uno de sus más grandes sueños era fundar una colonia estadounidense en la Argentina.

Esa pasión por Estados Unidos se tradujo en la creación de cerca de ochocientas escuelas inspiradas en el modelo que le había transmitido Horace Mann con su prédica revolucionaria.

Texto de Laura Ramos, autora de "Las señoritas, Historia de las maestras estadounidenses que Sarmiento trajo a la Argentina en el siglo XIX", Primer Premio de la Crítica 2021-2022 de la Feria del Libro. Editorial Lumen-Penguin Random House 2021.